Kichner y la Oposición*

Muchos nos alegramos cuando vimos, al principio del mandato, el rumbo que había tomado el gobierno que, después de tantos años de profundizar el modelo impuesto por la usurpación armada al Estado, tomó ciertas medidas que la sociedad venía reclamando.
Es cierto que luego de caer tan bajo como lo hicimos cuando el país reventó aquél diciembre de 2001, las condiciones internacionales le dieron al crecimiento la mano que Scioli no le pudo dar. La combinación entre el tipo de cambio, las condiciones internacionales y el haber venido del colapso de 2001 gestaron condiciones insólitas para el país.
Este gobierno marcó records históricos en lugares donde, teniendo en cuenta de donde veníamos, parecía imposible. Entonces aquel 22% de apoyo que tuvo en las elecciones del 2003 se fue convirtiendo en el más de 50 que tiene hoy la gestión de Nestor Kirchner. Cuando el gobierno consiguió la derogación de las leyes de la impunidad, la imagen de las madres de plaza de mayo que fieles a su trayectoria de lucha marchaban semana tras semana, se convirtió en algo insólito e impensado en abril de 2003: las madres estaban festejando.
Luego llegó el momento de convertir al ex-campo de concentración ESMA en un museo de la memoria, y cuando Kirchner le ordenó al jefe del ejército bajar el cuadro del genocida y traidor a la patria Videla, a más de uno -y me incluyo- se le movió una fibra, más allá de las críticas referentes a las formas de como se dió.
Uno a uno fue tachando de la lista de miembros de la corte suprema a los ridículos como Julio Salvador Nazareno y en sus lugares nombró juristas reconocidos y poco cuestionables. Este era indiscutiblemente un pedido de la sociedad en su conjunto. Salvo algún chicanero, nadie podría afirmar que esta renovada corte tiene una mayoría automática para fallar con la balanza inclinada hacia el gobierno.
Luego las purgas policiales. Purgaron centenares, con justa razón. Todo parecía indicar que por primera vez en décadas, las cosas estaban realmente cambiando para mejor. Fueron purgados de las fuerzas armadas en distintas tandas más de 1500 efectivos que estaban en actividad y a la vez procesados por delitos graves tales como secuestros, apremios ilegales, etc.
Las medidas que fue tomando al principio del mandato agitaron a sectores que parecían intocables y de hecho se registraron dos episodios gravísimos que a pesar de haber trascendido parecerían haber sido erradicados de nuestras memorias. El primero fue la denuncia pública de varios actores políticos, incluido el presidente de la nación, sobre un supuesto complot. El segundo fue el intruso -claramente un mensaje mafioso- que paseó por la quinta de Olivos durante 3 horas en la madrugada, quien pudo entrar en la quinta y hasta pedirle un vaso de agua a la mucama de los K, para luego salir por donde entró sin haber sido encontrado al día de hoy. Estos hechos, sumados a las amenazas que recibió Kirchner en su celular privado durante los primeros meses de mandato, daban a entender que se estaba metiendo el dedo en un agujero bien peligroso. De hecho, el presidente en un discurso llego a decir "les puedo asegurar que donde uno toca, salta pus, en la mayoría de los lados, arriba, abajo y en el medio."
A pesar de este oscuro costado, las cosas indudablemente estaban mejorando. Incluso, con lo bien que venían las cosas, nadie se rasgaba las vestiduras por la atomizada y desesperada oposición (llámese Macri, Carrió, Lopez Murphy, etc) ya que al ir todo viento en popa y con discursos tan distintos a los de los anteriores presidentes, ¿quién necesitaría alguien que se opusiera? ¿Para qué oponerse si todos coincidimos en estas cuestiones a las que en sus discursos se refería el Presidente?
La obstinada oposición se mantuvo porfiada en mantener su discurso de siempre, haciendo política basándose sólamente en tomar la postura contraria a cuanta iniciativa emanara de la casa rosada. Sin embargo, la sociedad a la hora de decidir, se paraba mayoritariamente en la vereda de Kirchner. Esta oposición hizo oídos sordos a los reclamos y hasta en algún caso se llegó a escuchar de boca de alguno que el problema era de la sociedad que no entendía lo que proponían. En lugar de buscar iniciativas profundas y renovarse para adecuarse a los tiempos que corren, quizás cegados por la ambición de poder o quizás simplemente por negación, siguieron con la misma terca postura.
El problema es que el gobierno de Kirchner al emerger de las entrañas del peronismo, no podía estar excento de los condicionamientos inherentes a su estructura madre que está bastante podrida. Y la intención de "construir una nueva Argentina" quedó sólamente como un bonito ideal que se puede leer en varios de los discursos presidenciales ya que personajes como los ahora kirchnersitas Barrionuevo, Ishií, Descalzo, Rovira, West, Moyano, Rodriguez Saa, etc etc etc, distan de ser ladrillos con los cuales se pudiera construir algo distinto o nuevo. Sería bastante más acertado afirmar que justamente lo que está viejo y roto son estos ladrillos, los responsables del derrumbre de la "vieja" Argentina. Para agregarle redundancia al concepto: se los vende como células madre con las cuales se pueden reparar los órganos dañados, pero está más que claro que más que cura son el cáncer.
Tarde o temprano los discursos por sí solos, por más lindos que sean, dejan de ser suficientes para mantener el apoyo popular y es por eso que llega un determinado momento en el que se necesita alguien que marque los puntos en los que el gobierno se equivoca. Ese alguien se llama oposición. Pero la oposición que seguimos teniendo hoy da realmente lástima. Y si la calidad de la oposición es peor a la del gobierno, por más errores que cometa el oficialismo, a la sociedad no le queda otra opción que votar al que perciben como mejor.
Entonces la estrategia de la oposición -lejos de refundar los partidos, aportar ideas, trabajar en conjunto, buscar puntos en común, etc- es buscar los errores del gobierno y magnificarlos de manera tal que su imagen se vaya desgastando. Hacen esto porque en el fondo suponen que ante un gobierno que parezca de terror, la sociedad se va a volcar hacia ellos.
Sin embargo el reclamo de la sociedad para con la oposición es que se renueve. Y ellos siguen presentándose inmutables en cuanta elección haya, con los mismos discursos, los mismos errores y las mismas caras.
Esto convierte a la política en un juego más que en una herramienta para mejorar al país. Sólo juegan por poder y el único objetivo es ese. No es que esté mal querer acceder al poder, el problema es que nadie aclara para qué quieren el poder. Los discursos son ambiguos y sus rebuscados eufemismos logran confundir y disimular las verdaderas intenciones. Las elecciones de 2005 fueron un ejemplo de lo bastardeada que está la política hoy en día. Nadie presentó un plan de propuestas concretas y cómo realizarlas, nada de eso. Se limitaron a chicanearse y posar para las fotos. Este juego nefasto de bastardeo político fue continuado aún pasadas las elecciones, con episodios ejemplares como el de Borocotó quien se pasó de partido apenas fue electo en lo que constituyó una mojada de oreja a la oposición. Esto sumado a que varios de los representantes electos para un cargo fueron "reubicados" en otros puestos públicos. La campaña de 2005 se hizo con caras que pudieran cosechar votos para luego, una vez obtenido el cargo, poner a otro en su lugar. La oposición actual es tan ridícula que hasta el gobierno se puede dar el lujo de tomar actitudes como estas. Y ojo, no es exclusivamente el gobierno el que juega sucio, la oposición hace exactamente lo mismo. Un ejemplo sería Macri quien accedió al cargo de diputado a través del voto popular a sabiendas que un futuro cercano dejaría el puesto para presentarse a elecciones en otro cargo (sea jefe de la ciudad o presidente).
Cuestión que a más de 3 años de gobierno, nos empezamos a dar cuenta que la distribución de ingreso está prácticamente igual que al asumir Kirchner a pesar del fuerte crecimiento económico, o poniéndolo en otras palabras, que sigue rigiendo la teoría del goteo (mal traducida como "derrame") y seguimos sin mojarnos con las gotas.
También vemos que el sistema impositivo regresivo e injusto sigue intacto, esto quiere decir que un pobre o un rico pagan exactamente lo mismo en IVA y también significa que por ejemplo una persona soltera que gana 2500 pesos por mes tiene que pagar impuesto a las ganancias cuando los que ganan centenares de miles de pesos con títulos públicos, plazos fijos u operaciones de compraventa de acciones y títulos están excentos de dicho impuesto.
Y aquella prometedora corte suprema renovada se quedó a medio camino, no terminó el proceso de renovación a más de 3 años de gobierno. Deberían ser 9 jueces pero sólo hay 7 con lo cual no se puede decidir sobre los temas mas importantes a menos que se nombre los dos restantes o que se limite el número a 7, y esto no pareciera tener el empuje y visto bueno por parte del gobierno que la había impulsado al principio de su gestión. Kirchner ostenta esta incompleta corte como un logro de su gestión. Sin desestimar la calidad de los juristas que asumieron, para vanagloriarse de haber renovado la corte, debería terminar el proceso que el mismo impulsó.
Y el intento de creer en la buena voluntad oficial se desmorona cuando el presidente en persona -no sólo él-se encarga de hacer campaña para que una provincia se convierta en un feudo al apoyar la reforma constitucional de Misiones cuyo objetivo es únicamente dar marco constitucional a la re-elección INDEFINIDA. Esto por sí solo sería suficiente razón para alarmarse, y si le agregamos que casi todos los feudos medievales que hay en el interior apoyan a Kirchner es cuando menos macabro.
En otro aspecto, ciertos medios y periodistas exageran la cuestión de la supuesta falta de libertad de prensa. Es evidente que no es así -tal y como se puede leer casi todos los días en la nación- ya que si la libertad de prensa estuviera realmente cercenada no escucharíamos las barbaridades que dicen el doctor y moralina solá. Sin embargo es indiscutible que el gobierno tiene manejos oscuros con los medios. Tanto que los critica en los discursos oficiales y sin embargo les prolongó por 10 años y por decreto las licencias otorgadas en épocas de la nefasta usurpación del Estado. Esto sumado a que no hay una ley que impida que el dinero de la pauta oficial se distribuya de maneras absolutamente injustas, dan a entender que el actual gobierno no quiere resignar el poder de manipular a su antojo al oligopolio de los medios de comunicación masivos, que, en definitiva, son los principales formadores de opinión.
Como dato trivial en este tema está el acercamiento del gobierno a Hadad. Al principio del mandato K, hubo un intento de foto con Hadad y Moneta y el presidente lo evitó, a ver si todavía su imagen se ensuciaba. Sin embargo la cosa cambió y hace un mes, en la gira en la que tocó la campanita de Wall Street, el presidente y Cristina fueron fotografiados junto Hadad, todos sonrientes.
La nota de color del asunto fue que Página/12 al publicar la foto, "sin querer" recortó a Hadad de la misma. No vaya a ser cosa que la gente sospeche.
Por último, y no menos importante, se podría afirmar sin miedo a equivocarse que en el país, a pesar de los más de 3 años de gobierno Kirchnerista, los hospitales siguen saturados, las escuelas siguen siendo centros de asistencia social, los juzgados están saturados y en emergencia, la supuesta asistencia social que brinda el Estado a los desocupados sigue siendo menos que una limosna de semáforo, las jubilaciones siguen sin alcanzar para cubrir las necesidades básicas de los ancianos (excepto las de privilegio que siguen aún hoy vigentes), la reforma política sigue siendo un cuento, el transporte público -que además es subsidiado- no está en condiciones ni siquiera para brindar la mínima seguridad a los pasajeros y los poderosos siguen siendo los mismos de siempre sólo que con ganancias incrementadas.
Vaya nueva Argentina que se está pariendo, ¿no?
Es necesario para que las cosas cambien, que exista una oposición madura y democrática. Macri se puede cansar de presentarse a elecciones y sin embargo jamás ganará el sillón de Rivadavia debido a su apoyo a la dictadura y las causas como Sevel, el correo argentino, las coimas en boca, etc.
Lopez Murphy podría hacer carrera en el FMI y le iría muy bien, ¿o acaso no era él el que hablaba en favor del FMI y los usureros a la hora de negociar? (esto sin siquiera mencionar las medidas tan benéficas que impulsó durante su fugaz paso por el ministerio de economía).
Carrió se va desgastando porque no encuentra su lugar. El discurso de Kirchner -discurso de centroizquierda- la corrió del lugar al que aspiraba en la opinión pública y el hecho de que la Argentina no haya colapsado como venía vaticinando desde que asumió este gobierno, le resta credibilidad como la profeta mística que pretende ser. La sociedad la percibe como una contrera "porque sí", ya que jamás concede que el gobierno haya hecho algo bien (aunque sí respeta a López Murphy por ser "honesto intelectualmente"), y como siempre ve todo negro cuando las cosas en realidad son matices de gris, poco a poco va alejándose de los sectores que ella podría representar.
Luego está la UCR que todavía está juntando los pedacitos de diciembre de 2001. No encontró cómo refundarse (probablemente por falta de voluntad) y persiste con la misma línea que les dió un jugoso 2 o 3 porciento del voto.
También están los ladrones y criminales de siempre (llámense carlo saúl, patti, rico, biondini, etc) en los que ni vale la pena profundizar así como tampoco vale la pena profundizar en la izquierda nacional que sigue empecinada en buscar las diferencias y formar 500 pequeños partiditos de 15 personas que buscan una revolución mágica con la que el resto de la sociedad no concuerda.
El escenario está planteado y bastante bien delineado para el 2007. Ni las patotas del hospital francés, ni los disturbios en la quinta de San Vicente, ni la falta de reformas estructurales profundas, ni la distribución actual del ingreso, ni los mafiosos y criminales que acapara el kirchnerismo en sus filas, ni el intento de reformar la constitución de Misiones para conseguir la reelección indefinida, ni la desaparición de Julio López, ni la foto con Hadad, ni el estado de los hospitales públicos, ni Southern Winds, ni la represión en Las Heras, ni los fondos que no volvieron a Santa Cruz, ni los manejos turbios con la prensa, ni la campanita de Wall Street, ni el nombramiento de Claudio Moroni y la mujer de de Vido en la SIGEN, ni los beneficios impositivos a los más ricos, ni las supuestas coimas de de Vido.
La oposición actual es tan pero tan pobre, que a pesar de todo esto la gente sigue prefieriendo a Kirchner antes que a cualquiera de ellos. ¿No será hora de aceptar el fracaso y construir una nueva alternativa?

Saludos D.F.

*Agradecemos con vitoreos a Mundo Perverso por su gentileza. Hemos estado siguiendo sus paginas, sorprendiendonos por la simpleza y el fino tejido que sabe desarrollar en sus textos; entre las palabras y los links que el autor aprovecha (y muy bien) para el enriquecimiento de la información y sus argumentos.
Creemos, por otra parte, que en este texto se refleja con agudeza la audacia de Mundo Perverso , por eso hemos querido compartir el post; y también porque tenemos la convicción de que es muy importante buscar nuevas alternativas, antes de que se nos haga tarde.
Graciá Diego!