Puerto madero: el auténtico legado del menemato en creciente expansión durante los gobiernos K
"La ciudad del colonizado, o al menos la ciudad indígena, la ciudad negra, la "medina" o barrio árabe, la reserva es un lugar de mala fama, poblado por hombres de mala fama, allí se nace en cualquier parte, de cualquier manera. Se muere en cualquier parte, de cualquier cosa. Es un mundo sin intervalos, los hombres están unos sobre otros, las casuchas unas sobre otras. La ciudad del colonizado es una ciudad hambrienta, hambrienta de pan, de carne, de zapatos, de carbón, de luz. La ciudad del colonizado es una ciudad agachada, una ciudad de rodillas, una ciudad revolcada en el fango. Es una ciudad de negros, una ciudad de bicois."
Villa nuevo huracán, desajolada a principios del 2006
"La mirada que el colonizado lanza sobre la ciudad del colono es una mirada de lujuria, una mirada de deseo. Sueños de posesión. Todos los modos de posesión: sentarse en la mesa del colono, acostarse en la cama del colono, si es posible con su mujer. El colonizado es un envidioso. El colono no lo ignora cuando, sorprendiendo su mirada a la deriva, comprueba amargamente, pero siempre alerta "Quieren ocupar nuestro lugar". Es verdad, no hay un colonizado que no sueñe cunado menos una vez al día en instalarse en el lugar del colono."
1 comentarios:
Muy bueno el post.
José Pablo Feinmann casi siempre nombra a este libro, y sobre todo al prólogo hecho por Sartre. Éste dice que "matar a un colono es dos veces bueno. Porque se mata a un tirano y nace un hombre libre" o algo así.
Es interesante el paralelismo con Buenos Aires. No sé si serán colonos los que viven y tienen sus empresas en Puerto Madero, pero está claro que colonizados no son.
Saludos che!
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