Soneto para el Barrio Tres de Enero de Villa Fiorito




Desde Los campos de Unamuno fue,
como un golpe de furores y urgencias
por soportar el olvido y la ausencia
que nació el barrio en su fuego y su fe.

Bajo las húmedas noches de acero
prevenimos en vigilia la guerra
a caballo defendimos la tierra
de los empecinados patrulleros.

Y la bandera más grande del mundo
con los sueños en pugna de la patria
rodeó la toma con su amor profundo

Quizás no lo supimos, ya lo sabemos
que forjando el futuro de los hijos
más que un barrio es la patria lo que hacemos.




Palabra argentina

I


Alejandro te alejaste de la muerte
alargando la memoria con tu nombre
Alejandro, alegrìa de los malditos
olvidajados y dados en su olimpo
forjadores como vos, Olmos metàlico,
de la patia de abajo, la patria salvaje!


Alejandro qué tierna terquedad
te pusiste como traje viejo siempre
por animales como vos, Olmos cuatrojos,
la argentina se va alejandro de la infamia
Imaginate còmo lloraron al final
con su paisaje a papelpicado
los jurásicos y sinuosos juzgados !

II



Olmos, bronce de los incautos corazones
perdoná que haya demorado mis visitas
es cierto que tardè en verte, era muy pibe
hijo del yogur y nieto de la tele,
en ese entonces me hacìa neskuick
porque no sabia que la patria tenía que hacerse,
ni conocía tu fecunda militancia
eras apenas un abuelo con su panza y su barba,
Hoy te nombro con el hombro de tu ejemplo
Olmos querido! el de las marchas en silencio!
perònico y terco como espuma de fàbrica!
Un dìa vi absorto tu batalla ùltima
y eran tus ojos pequeños frente a la muerte
titilando salados la amenaza verde del olvido.


III



Olmos, qué gorda tu alma
que desalmò el arsènico
de los milenarios expedientes cromados,
para encontrar la verdad y dársela al pueblo.
Ay Olmos prometeico!
Hoy te saludan luchando los compañeros del fuego.


Despuès que te fuiste, el inefable Ballesteros
dijo "Olmos tiene razòn" y mientras eso
le creciò de adentro, estomáticamente
como crece de golpe cualquier gato
un gringo y bien asbtracto Pilato
que sin querer se lavò las pelotasy pateò la cosa a los Diputariseos.
Pero no importa que con coitos de colmados castillos
un congreso de coloridos imbéciles carroñeros
hayan ocultado con sudor las antorchas de verdad
que encontraste con el ardor de tus manos.


No importa eso, calma Olmos
caballo encabritado de la militancia
hoy te saludan con la antorcha en la mano
los compañeros!

mi jermu

La mìa la más mía
felina lumbre de mi pieza
dulce flor bolivariana
que hiciste de mi pobre catre
una herrumbosa locomotora celeste
y te decís despacito que para levar
la lúgubre tos de sus tornillos
hay que licuar la noche entera.
Lunita selvática, hija de locombia inmolada
vos que hacés la violencia a beso y fuego
con tu apretada boquita de nuez
o de verde pecera municipal
y arrebataste de mi frente, Ah lùdica niña,
la baranda inmunda del cobarde.
Qué maravilla tan india y tan grande!
Qué choreo tan audaz hiciste!
como entran al banco los que hacen boquetes
nunca me di cuenta que entraste por abajo
trabajando muda desde una tanguerìa adyacente.
Mi corazoncito de américa
paisita arerépera de queso
pusiste tus palabras en mi lengua
sin que pueda yo quejarme;
(desde entonces es "rico" lo que era "bueno")
Exótica y simple como un collar de frutas
le diste a mi desayuno tan magro y porteño
los colores vìvidos de tu bellísima antioquia
¡Gloria cantante de la mañana,
mañana de huevo, tomate y cebolla!
Mamaìta, susurro de los albañiles, vos
la de los ojos como brillantes puertos,
bulla tu risa de incaicos transpòmulos
poniendo en mí todo el metal de su malgenio
estornudando mi nombre como mala palabra
Mi locochona locombina lacónica
que labras levemente el pulmòn de mi cigarro
tejiendome el desengaño con puntillosa paciencia
¡dialéctica de tu pollo con naranja y canela!
de pasar la noche meta y meta destejiendo!
Ay, mi lechosa antioqueña
tierno colesterol exacerbado de mi sangre
nosotros que vivimos brutamente
¡brindemos hoy por los sueños futuros
que tiran ahogados como perros del hambre!