I
Alejandro te alejaste de la muerte
alargando la memoria con tu nombre
Alejandro, alegrìa de los malditos
olvidajados y dados en su olimpo
forjadores como vos, Olmos metàlico,
de la patia de abajo, la patria salvaje!
Alejandro qué tierna terquedad
te pusiste como traje viejo siempre
por animales como vos, Olmos cuatrojos,
la argentina se va alejandro de la infamia
Imaginate còmo lloraron al final
con su paisaje a papelpicado
los jurásicos y sinuosos juzgados !
II
Olmos, bronce de los incautos corazones
perdoná que haya demorado mis visitas
es cierto que tardè en verte, era muy pibe
hijo del yogur y nieto de la tele,
en ese entonces me hacìa neskuick
porque no sabia que la patria tenía que hacerse,
ni conocía tu fecunda militancia
eras apenas un abuelo con su panza y su barba,
Hoy te nombro con el hombro de tu ejemplo
Olmos querido! el de las marchas en silencio!
perònico y terco como espuma de fàbrica!
Un dìa vi absorto tu batalla ùltima
y eran tus ojos pequeños frente a la muerte
titilando salados la amenaza verde del olvido.
III
Olmos, qué gorda tu alma
que desalmò el arsènico
de los milenarios expedientes cromados,
para encontrar la verdad y dársela al pueblo.
Ay Olmos prometeico!
Hoy te saludan luchando los compañeros del fuego.
Despuès que te fuiste, el inefable Ballesteros
dijo "Olmos tiene razòn" y mientras eso
le creciò de adentro, estomáticamente
como crece de golpe cualquier gato
un gringo y bien asbtracto Pilato
que sin querer se lavò las pelotasy pateò la cosa a los Diputariseos.
Pero no importa que con coitos de colmados castillos
un congreso de coloridos imbéciles carroñeros
hayan ocultado con sudor las antorchas de verdad
que encontraste con el ardor de tus manos.
No importa eso, calma Olmos
caballo encabritado de la militancia
hoy te saludan con la antorcha en la mano
los compañeros!